Caminar inquieto,
surcos propago y se hunden mis pies.
Despedida en silencio perpetúo,
cuidando sentimientos
mi alma se eleva.

Te entregué mis sueños
no es casual, una orquídea te dejé.
Te entregó mis flores...
amor no es eso?

Quimera te me clavas
una y otra vez.
Soltar raíces,
mudar el cuerpo esta vez.

Corazón herido no dejes de latir
abrázame fuerte,
no me dejes ir.

Resistir un estar arrodillado,
para luego surgir
y caminar erguida otra vez.

Senderos separados
rumbo incierto, comprender
que si no hay amor que no haya nada
es la huella que persigo.

Si esto no nos une,
terminaré agradeciendo que te hayas ido.

Paula 22 de Mayo 2013